Construir amistades no debe ser algo apresurado

 ¿DEBEMOS APRESURARNOS A CONSEGUIR UN AMIGO?

Relacionarse con las demás personas es un reto crucial para lograr  propósitos importantes en la vida. Implica vincularse con las personas del trabajo, en tu familia, en tu estudio, de modo positivo para un fin valioso. Parece sencillo pero no lo es.

 

Somos personas con una individualidad marcada. Tenemos nuestra forma propia de analizar los hechos, provenimos de diferentes hogares y entornos, experimentamos distintas emociones y reacciones frente a los hechos del día a día.

 



De repente el trabajar con otras personas se hace fácil si uno se limita solamente a trabajar para lograr el objetivo laboral asignado,  y simplemente cumpliendo con reunirse de vez en cuando con los colegas, compartir alguna red social, hacer frente común con ellos para algo que interese a todos, pero al final no ir más allá de eso en la relación con algunas de las personas que conforman nuestros escenarios de acción.

 

Emerson ( filósofo estadounidense, 1803 – 1892 ) escribió: “ Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta”  Esto implica que para saber que tienes realmente una persona amiga debe existir previamente un vínculo de confianza, saber  también que la otra persona tiene niveles de comprensión y análisis adecuados, para que no dé consejos inadecuados o poco prácticos.  Muchos de los problemas que podemos tener con las personas que considerábamos amigas es justamente que no hicimos el análisis indispensable para determinar si podíamos otorgarles ese rol.

 

Un hecho también frecuente es que una sola persona de repente no reúne todas las cualidades que nosotros requerimos. Por ello es que nosotros podemos tener distintas personas como amigas, pero sabiendo que cada una cumple con la faceta que buscamos en ella para nuestras exigencias personales, profesionales, familiares.


Si recurrimos al consejo de la persona amiga que de repente es muy apresurada para tomar decisiones importantes, entonces los consejos que recibiremos no serán precisamente atinados. Si buscamos recibir sugerencias para superarnos profesionalmente y buscamos consejo en un amigo que poco se esfuerza por progresar, es muy probable que sus sugerencias no repercutirán precisamente en nuestro crecimiento.

 

Pero no dejemos de ver lo más importante: para tener amistades cada uno de nosotros debe tener méritos, cualidades, que brindar. Estos son el imán que atrae a las demás personas. 

Entonces debemos conocer nuestras fortalezas personales y mejorar aquellos aspectos que así lo requieren, para poder ser una persona interesante para los demás. Entonces siempre recordemos que debemos conocernos bien nosotros mismos.

 

( Autor: El equipo de trabajo de La Esencia de la Belleza )

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